AGUJEROS Y ESPERANZAS

Os ofrezco estos relatos heterogéneos, inclasificables, cebados de pólvora literaria… Levantan acta de los agujeros negros del Poder y también algún ápice de esperanza… La esperanza de la Rebelión.

JAIME MIÑANA (desde la isla)

sábado, 28 de noviembre de 2015

PERO ¿TODAVÍA NO HAS LEÍDO BITÁCORA A LA DERIVA? CELEBRITIES Y CIUDADANOS ANÓNIMOS TE INVITAN A UNA INMERSIÓN INOLVIDABLE




Manuel Vilas. Poeta y narrador

Ángel Guinda. Poeta

Juan Aguirre. AMARAL


                                           Juan Carlos Monedero


                                       Paula Ortiz. Cineasta


                                       Alberto Morais. Cineasta


                                        Abdón Ubidia. Escritor ecuatoriano

                                María Silveiro. Librería Ocho y Medio. Madrid


                                          Ángel Petisme. Poeta y cantautor 


              
                                  Alberto Castán. Profesor H. Arte Un. Zaragoza


                                               Manuel M. Forega. Poeta

                         
                                           Federico Urzáiz. Escritor y gran fan


                                       Umberto Vinueza. Poeta ecuatoriano
                                              Marta Chordá, activista


                          Estacio Valladares. Sociólogo clandestino ecuatoriano

                                             Hernán Ruiz. Escritor

jueves, 26 de noviembre de 2015

CRÓNICAS DE LA REBELIÓN. RESEÑAS SOBRE EL LIBRO


La rebelión como testigo.   David Varona

                       Turia, nº 116, p. 420      Noviembre 2015



El heterónimo de Jaime Miñana firma Bitácora a la deriva. Para una rebelión, un conjunto de 38 relatos que proponen una doble vía de análisis. Por un lado, cabe profundizar en su estructura literaria y en sus poderosas temáticas de alineamiento contracultural. Por otro, cabe hablar del libro como un artefacto narrativo de orden transmedia.

La lógica transmediática define una narración expandida: en este caso, a través de códigos QR, el lector salta de las páginas de papel y completa la lectura profundizando en un entorno digital de fotografías, vídeos y webs que permiten aumentar el relato. Además, algunos fragmentos están especialmente marcados para que el lector los lance a Twitter, donde la conversación social moldea a su vez la historia. Sin embargo, las puertas más interesantes son aquellas que sirven para trasladarse al ecosistema transmedia de Plot 28, un universo narrativo de ficción en el que este autor está involucrado y que constituye uno de los experimentos más sólidos y ambiciosos de la narrativa transmedia. De hecho, Bitácora a la deriva nace con Plot 28 y es ahora cuando, parcialmente independizados, los relatos forman un libro que, aunque de apariencia convencional, rompe con los esquemas tradicionales de lectura y enlaza con un entramado mucho más sofisticado.

Como buen aparato transmedia, admite varios niveles de profundidad: el lector puede quedarse en los relatos contenidos en las 244 páginas o iniciar una navegación hacia las extensiones digitales que lo amplían. En ambos casos, la experiencia es satisfactoria: si uno navega todo ese conjunto de posibilidades virtuales, como lector/usuario tendrá una visión completa de las historias de Miñana y, acaso, más enriquecida, porque el viaje hacia Plot 28 abre paso a un torrente de alternativas que van desde el activismo social al videojuego, pasando por el documental, los blogs o las redes sociales, y  siempre con pulso literario y coherencia en la construcción fragmentada de un todo narrativo.
Si, por el contrario, uno prefiere quedarse en la faceta de lector y abordar el libro al estilo clásico, la experiencia será quizá más limitada, pero no insatisfactoria. Autor enérgico y de estilo contundente, Miñana despliega una prosa aparentemente sencilla que va repleta de cargas de profundidad. 

Los relatos se leen con facilidad, lo que ciertamente es un mérito, dado que no son para nada triviales. En ellos abundan exigentes referencias culturales y todos van dotados de una espoleta que, lentamente o de golpe, libera un mensaje antisistema.

Hay una energía que desborda en piezas como la inicial, ‘El huevo de la serpiente’. En él se pone al lector ante una verdad inevitable: el racismo y el machismo siguen informando buena parte de las estructuras mentales de nuestra sociedad y, peor, no hacemos nada por combatirlos. Con ese violento despertar, el libro avanza en varias direcciones: juega con la realidad en ‘El gol de Nayím’; se recrea con la alienación laboral en ‘El apartamento’; revisa la mística de la generación de la Transición en ‘Yo sí estuve en mayo del 68’; y, con amargura, explora los límites de la pareja en ‘Lo querías todo’, dando cuenta de la resaca infinita que deja una relación al desvanecerse el brillo del fuego carnal para, en palabras de Miñana, aparecer “la grisalla de la burguesa hedonista”.

Hay, además de lo dicho, dos intensas líneas de pensamiento en Bitácora a la deriva. Para una rebelión. La primera, una demolición del pensamiento del franquismo, que es atacado desde varios puntos de vista, incluido el del seminarista que se debate entre seguir el camino recto que marcaba aquella Iglesia o dejarse arrastrar por la fiebre de una revolución de curas obreros. O desde la óptica de la mujer (hay varios protagonistas femeninos en el libro) que, educada en la fe católica, asiste espantada a la deriva criminal de los curas que pregonaban la Cruzada y se refugia en una espiritualidad tan honda y personal como un exilio interior. Ajusta cuentas el autor con ese régimen oscuro en el relato titulado ‘¿Era Franco un dibujo animado?’, un duro repaso a los símbolos del franquismo tardío, especialmente a la Televisión Española que convertía la realidad en una especie de desfile de dibujos (apenas) animados.

Acaso luce más Miñana en la segunda de las líneas de pensamiento señaladas antes. Se trata de la que enhebra a la mayor parte de los relatos del libro, aquellos que tienen un carácter de narración histórica. En todos ellos alienta una idea de gran fuerza: la transmisión, de generación en generación, de un mensaje de rebelión contra las estructuras de poder y la indestructible capacidad de estas para perpetuarse. Hábilmente, el autor invoca personajes variados en épocas y lugares dispares: la Numancia que lucha contra Roma, el Madrid en rebeldía contra Napoléon y contra Fernando VII, las guerras medievales entre cristianos y árabes a lo largo y ancho del valle del Ebro… Incluso los guerreros que, en Japón, iniciaron el camino del bushido y antepusieron la nobleza del alma y la ética a cualquier forma de poder o riqueza.

Este conjunto de relatos propone una reflexión no exenta de emoción: a lo largo de los siglos, las fuerzas que ostentan el poder han sabido relevarse y mantenerse vivas y en lo alto de la pirámide. Sin embargo, las fuerzas que luchan contra ese pensamiento de dominación también han desarrollado técnicas de supervivencia y, de Numancia al frente de Teruel o el 15M, se han ido pasando la antorcha de una insurrección que, a veces incendio y a veces ascua, se niega a desaparecer.
El juego de llevar apellidos y símbolos de unos tiempos a otros resulta literariamente muy atractivo. Esa simbología elegida para crear los vínculos entre personajes y épocas es reconocible también en el universo Plot 28. Sirve de hilo conductor para navegar este libro y, tras él, abriendo un abanico potencialmente infinito, toda la propuesta transmedia de Miñana.



¿Dónde estás Plot 28?  Luisa Miñana 

              Artes y Letras. Heraldo de Aragón. 13.11.2015:





       Vísperas.  Aarón Rodríguez  8 de mayo de 2015

       



          Hacia una literatura transmedia que se expande                fuera del libro. Blog TVE. David Varona.  Abril 2015





     Papel a la deriva. Crisis, nº 08, Fernando Morlanes

                   Diciembre de 2015










BITÁCORA A LA DERIVA NAVEGA POR VARIOS OCÉANOS DE LA PENÍNSULA... Presentaciones del libro


Desde que dimos el pistoletazo de salida con motivo del día del libro 2015 hemos ido presentando Bitácora a la deriva. Para una rebelión en distintos lugares. Madrid fue el primero y allí se han hecho hasta tres presentaciones, pero también en Zaragoza, ciudad natal de Jaime Miñana, y en lugares para él queridos, como Graus (cabeza de la Ribagorza oscense), Molina de Aragón, la perla de su añorada Celtiberia, o Quijorna (Madrid), donde vive su amigo Hernán Ruiz.

Esta es la crónica icónica de este periplo....


Madrid, Café Leka Leka, 24.4.2015

Presentado por Javier Olivares, guionista, creador de la premiada serie El Ministerio del Tiempo (2014).





Zaragoza, Librería Cálamo, 3.6.2015

Presentado por Paula Ortiz, la más célebre cineasta aragonesa y Javier Castán, profesor de la Universidad de Zaragoza.








Madrid, Librería Central Callao, 24.6.2015

Presentado por Manuel Vilas, escritor aragonés que también navega por los más procelosos mares de la creación literaria... También intervino Eva Amaral (a la derecha), autora de las fotografías en B/N integradas en el libro.






Qujorna, Salón de plenos Ayuntamiento, 8.10.2015




Graus (Huesca), Espacio Pirineos, 23.10.2015



Presentado por el periodista local Ángel Gayubar. Con la presencia de los miembros de la "Cofradía" y demás gente maravillosa de la peña Humo Sapiens. Con la colaboración especial del bardo celtíbero Chamorro.


Rafa leyendo el relato El Jardín de las Hespérides en Humo Sapiens


Etopía Zaragoza, exposición sobre Bitácora a la deriva en el universo transmedia Plot 28. 14.11.15


En el marco del III Salón de Literatura Transmedia de Zaragoza.



Molina de Aragón, Café Catacaldos, 15.11.2015


Presentado por Marta Chordá, celtíbera molinesa, la primera descubridora de los océanos de la Bitácora a la deriva.





Madrid, Ateneo Republicano de Vallekas, 26.11.2015


Acompañaron a Jaime Miñana los cineastas Alberto Morais y Félix de Molina, con la proyección del falso documental Plot 28 (Agustín Serra, 2008).


                              Jaime Miñana con Alberto Morais y Félix de Molina